Sabemos que los historiadores locales divulgan ampliamente el genio militar, mostrado el cruce de Los Andes (las 6 rutas) y la propia batalla de Chacabuco, pero al momento de señalar sus inspiraciones tácticas aún hay quienes señalan como único antecedente – salvando las grandes diferencias geográficas y de campaña – el impensado cruce de Aníbal Barca a través de los Alpes para marchar sobre Roma.

 

No faltan quienes quieren mostrar la táctica sanmartiniana como “un invento”, quizás creyendo engrandecer así el genio militar del General. Otros, más instruidos, destacan similitudes con las tácticas Napoleónicas en su incursión sobre Italia a través de Los Alpes, partiendo de que en ese caso Napoleón se encontraba en persecución de las derrotadas tropas Austríacas y no buscaba un combate inmediato al salir de los Alpes, ni mucho menos en las mismas montañas.

 

En el cruce de los Andes, cada una de las seis columnas tenía un objetivo y ruta propia.

Las dos columnas principales trasladarían al grueso del ejército que debía tomar Santiago. Las cuatro columnas secundarias, deberian  realizar  maniobras de distracción , y aún aquellas con unas pocas decenas de hombres, debían incursionar en el territorio controlado por los realistas y tomar importantes posiciones militares en el sur y norte chileno expandiendo el frente de ataque a lo largo de más de 2000 kilómetros de cordillera de los Andes.

Los 6 pasos del Cruce de los Andes que utilizó el ejercito San Martiniano fueron: Paso Comecaballos (La Rioja), Paso de Guana y de los Patos (San Juan), pasos de Uspallata, del Portillo y Planchón (Mendoza) fueron los lugares elegidos por San Martín para desarrollar su estrategia: liberar a Chile del dominio Realista y continuar hacia Perú.

El Paso de los Patos fue una de las rutas  principales. Su jefe era el capitán general José de San Martín, acompañado Miguel Estanislao Soler y Bernardo O’Higgins, ambos con el rango de brigadier del Ejército. El objetivo: atacar el Valle de Aconcagua, en acuerdo con la División de Las Heras.

La primera división inicia el cruce de los Andes,  a caballo,  el 19 de enero, formada por el Cuarto Escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo y 4 compañías de granaderos y volteadores, comandadas, por el Comandante José Melián.

El 20 de enero comienza el Cruce de los Andes,  el Batallón N°1 de Cazadores, Batallón 3º de Granaderos y cincuenta  artilleros, bajo las  órdenes del Teniente Coronel Rudecindo Alvarado. El 21 de enero,  cuatro compañías de fusileros del Batallón N°7, con su comandante Pedro Conde, y 20 artilleros, todos al mando de Bernardo O’Higgins, emprendieron la hazaña de cruzar los Andes.

El 22 de enero, inician 4 compañías del Batallón N°8, con su comandante Ambrosio Crámer, y cien granaderos a caballo liderados por su comandante Mariano Necochea, que forman la escolta del general en jefe.

El 23 de enero comienzan su cruce de los Andes escuadrones 1º y 2º de granaderos a caballo a las órdenes del coronel José Matías Zapiola y los hospitales del Ejército.

El 24 de enero,  salió el resto de los cien hombres  de artillería, liderados por el comandante Pedro Regalado de la Plaza, el Parque General y la Maestranza del Ejército.

El  25, se puso en marcha una corta partida al mando del teniente Paulino Amaya y el alférez Juan Gregorio Martínez, encargados de seguir al Ejército y recoger los caballos y mulas que se fueran dispersando, como así todo soldado que se enfermara en el camino. Ese mismo día también partió desde la ciudad de Mendoza el general San Martín para incorporarse al Ejército en marcha, y así emprender su histórico Cruce de los Andes, la gesta libertadora.

Para tomar Talca y Curicó, y sublevar el sur de Chile, por el paso del Planchón pasaron ochenta infantes y veinticinco  granaderos.

El Cruce de los Andes por el Paso Portillo fue el escenario elegido para distraer la atención de las fuerzas enemigas reconcentradas, al hacerles creer que por ese paso seguían otras fuerzas enemigas.

Combinar con el grueso del Ejército para atacar el Valle de Aconcagua fue el objetivo de Juan Gregorio de Las Heras, que cruzó los Andes por el paso de Uspallata.

Los soldados que fueron por Guana y Comecaballos a tomar lugares estratégicos de Chile buscaron provocar un movimiento favorable a la Revolución.