Alejandro Arias, Oses, habitante de Linares, Séptima Región de Chile, es uno de los tantos valientes aventureros, que se atreven a salir de la zona de confort,  y encarar una expedición de semejante envergadura, el Cruce de los Andes caminando, tras las huellas de la gesta libertadora de las columnas del Gral. San Martín.

 

Alejandro, junto a su novia Natalia (Argentina) se proponen hacer el Cruce de los Andes caminando, allá por el año 2017, el toque de color lo pone que él,  es Chileno, por lo que esta aventura épica le dará la oportunidad de Cruzar los Andes, para llegar a su país nada más que caminando a través de la vasta cordillera.

 

¿Cómo arranca esta idea del  Cruce de los andes para vos?

Bueno desde que conocí a Natalia, siempre tuve la idea de hacer este trekking, y ella ese año me lo planteó de hacerlo, así  comienza nuestro plan  de hacer el trekking del  Cruce de los Andes, y el poder  programarlo, y hacerlo juntos.  Así que así nace la idea junto a ella, de hacer esta aventura.

¿Te acordas de alguna parte en especial? Algún día, o algún lugar, o algún momento que te impacto más?

La parte que recuerdo muy emocionado del Cruce de los Andes es el último día de caminata, lo duro pero hermoso que es el ascenso al Portillo, donde está el “hito” que divide los dos Países, ese cartel de hierro que de un lado dice Argentina, y del otro dice Chile. Recuerdo llegar al hito, mirar desde Argentina hacia Chile, y lo emocionante que era ver esos glaciares, y nieves eternas, y esa bajada serpenteante hacia esos tremendos paisajes, y la cordillera, interminable a la simple vista del ojo humano. Esa parte, el estar ahí arriba, es una sensación rara, distinta, te da como una “cosquilla en la guata”. (Término utilizado en Chile, similar a “mariposas en el estómago” sensación asociada a una situación que produce una mezcla de nerviosismo, mezclado con emoción y entusiasmo).

¿Qué se siente el cruzar la cordillera `para llegar a tu país caminando, luego de semejante experiencia?

“Es medio chistoso ir a otro país en colectivo, para volverse caminando al hogar de uno. Cruzar los Andes caminando”, es bonito, muy bonito, más que todo el ultimo día, el ver hacia atrás todo los paisajes Argentinos, y todo lo caminado, y mirar hacia Chile, la bajada, y los enormes cerros es muy bonito, muy impresionante, y muy emocionante también, y muy emocionante lo compartido y las amistades que se generan en el grupo, incluso con ustedes mismos, con los guías.

¿Cómo te recibió e íntegro el grupo de Argentinos?

Bueno, el grupo que iba a hacer el Cruce de los Andes caminando, me recibió de la mejor manera, me integré como uno más, además justo la primer noche cenamos en ese refugio antiguo, todos reunidos, a la luz de las linternas, lo que me dio la posibilidad de que entre charlas, y comida, nos conozcamos un poco más entre todos, y “verse las caras de con quienes íbamos a compartir el resto de los días”. Así que nada, desde un principio fue muy bueno el recibimiento.

Que le dirías a una persona que vive en una ciudad… ¿Por qué tendría que venir a hacer el Cruce caminando o a caballo?

Le diría que haga el esfuerzo de hacer el Cruce de los Andes caminando, o a caballo, que es una experiencia fuera de serie, no se puede  explicar. El Cruce de los Andes, es una experiencia única en la vida, uf, de echo hace unos días, me junté con amigos, y les comentaba eso, que es “una experiencia única en la vida”, al menos no sé, mirando del lado espiritual, porque estas con la montaña, es otra cosa, inexplicable. No se por ejemplo es lindo estar en una playa, pero estar en medio de los Andes, ahí sí que se siente la energía, sobre todo si estás con quien tú quieres.

¿Qué otra salida a la montaña has hecho y que te haya gustado?

Bueno, es la última que pude hacer pre-pandemia, que hicimos en Aconcagua, a Plaza Francia, hermoso trekking, hermosa experiencia, con ustedes también, porque nada, a ustedes los recomiendo de toda manera.

¿Qué te pareció el trabajo de Andes expediciones, sus guías, sus arrieros?

Agradezco a ustedes, guías, arrieros, todos, bien organizados, son unas personas sencillas, ubicadas, todo, y los recomiendo cien por ciento para las personas que quieran hacer algo así, los recomiendo cien por cien a ojo cerrado como se dice.